(26 de junio) El conflicto en Molinos Río de La Plata no cede. La Comisión Interna, el Consejo Directivo del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) y los operarios despedidos protagonizan una protesta en la Rotonda Héroes de Malvinas, frente a la planta de Esteban Echeverría.
La medida de fuerza sirve como motor de repudio al “accionar ilegal” de la firma, quien, según los manifestantes, se niegan a cumplir con la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo de la Provincia, dado que impidió que los diez despedidos volvieran a ocupar sus puestos laborales.
Recordemos que, en mayo, Molinos inició un plan de despidos y reducción de personal que fue denunciado por la Comisión Interna y el Sindicato y tiempo más tarde dio inicio a un plan de lucha.
El lunes pasado, en una reunión con representantes de los trabajadores, la empresa “volvió a extorsionarnos”, según denunciaron. Anunció más despidos y presionó para que acepten una “reducción salarial mediante la eliminación de todos nuestros adicionales”. Esto significaría una rebaja de aproximadamente el 40% del salario.
“Molinos aprovecha la política antiobrera del Gobierno Nacional de Javier Milei para precarizarnos y despedirnos más barato. No lo vamos a aceptar”, afirmaron los trabajadores. En asambleas en la puerta de la fábrica, se decidió rechazar la rebaja y continuar la pelea por la reincorporación.
Los trabajadores destacan que, gracias a la unidad y la firmeza, lograron un convenio particular que les permite cobrar mejores salarios por los adicionales negociados, pese a que consideran que «la empresa inició este conflicto porque busca quebrar la unidad de los trabajadores».
Ante este panorama, denuncian que la empresa firma ilegalmente y desconoce la autoridad del Ministerio de Trabajo y del Comité Mixto de Seguridad e Higiene.
En consecuencia, insisten en solicitar a la Provincia una inspección del Ministerio de Trabajo; entienden que permitiría definir las dotaciones necesarias para trabajar en condiciones seguras y “ponerle un freno a la empresa”.