(27 de marzo) Con los datos brindados por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUD), Argentina fue el que más se contrajo en términos de producción industrial, con una baja promedio del 9,4% durante el año pasado respecto al período anterior. Este año aparece como “desafiante” para el sector y reina la preocupación.
De la muestra de 79 países con diferentes regiones y economías desarrolladas y emergentes, la consultora Misión Productiva realizó el informe en el que se constata que nuestro país sufrió la mayor caída industrial del mundo, cuya contracción fue “generalizada” pero con algunos sectores con descensos pronunciados.
Tal es el caso de los minerales no metálicos (-24,3%), muebles y otras manufacturas (-18,6%) y maquinaria y equipo (-18,6%), aunque la única excepción fue el bloque de refinación de petróleo, que creció 2% en el año. De este modo, el panorama es “preocupante” ya que “las capacidades industriales se pueden perder en pocos meses, pero recuperarlas lleva años”.
Respecto de las causas que provocaron este retroceso en la industria, la organización destacó la caída de la demanda interna en un contexto de pérdida del salario real, especialmente durante la primera mitad del año, y la contracción de actividades que tradicionalmente traccionan a la industria, como la construcción.
Además, detecta un “desarme significativo” de políticas industriales: durante 2024 se eliminaron líneas de financiamiento para pymes, programas de promoción sectorial y herramientas de desarrollo tecnológico. Si bien estas medidas, adoptadas por el actual gobierno nacional, no son la raíz del retroceso, contribuyen a consolidar un entorno “menos favorable” para producir.
Cabe señalar que el sector metalúrgico es uno de los más impactados por el deterioro del entramado industrial, principalmente, por el reemplazo por productos importados. También se advierte un incremento interanual del 50% en maquinarias y equipos importados y más de un 30% en el rubro partes y piezas.