(4 de octubre) El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que el 70% de la población ocupada ganaba menos de $550.000 al término del primer semestre del año. Mientras tanto, una familia que reúne más de $1,2 millones pertenece al 20% “más rico” de la sociedad.
Siguiendo estos datos oficiales, si se toma los ingresos por hogares, el 70 por ciento reunía hasta $ 950.000, según la misma medición.
Respecto a la población asalariada, se registraron 9.632.592 personas con ingreso promedio de $501.825. Y el ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento jubilatorio fue de $638.811. Mientras tanto, en el caso de aquellas sin descuento jubilatorio, el promedio equivale a $253.702.
En el caso de los hogares, los ingresos laborales representaron el 78,1% de los totales, mientras que los ingresos no laborales alcanzaron el 21,9% restante. El peso de los ingresos no laborales fue mayor para los deciles del total familiar más bajos: 62,2% en el primero y 9,4% en el décimo.
Cabe señalar que en junio, la Canasta Básica Total, que mide el umbral por debajo del cual se cae por debajo de la línea de la pobreza, alcanzaba a $873.168 para una pareja con dos hijos de 6 y 8 años.
Al mismo tiempo, el precio de la Canasta Básica Alimentaria, que mide el umbral de la indigencia, costaba $393.319 para el mismo grupo familiar.
Como bien se informó, el Indec precisó que el Índice de Pobreza aumentó al 52,9% al término del primer semestre de este año. Una cifra que se ubica por encima del 41,7% con el que terminó el año pasado, y casi 13 puntos por arriba del 40,1% de enero-junio del 2023.
En el caso de la indigencia, entendida esta como la gente cuyos ingresos no alcanza para comparar la cantidad mínima de comida para subsistir aumentó al 18,1%, por sobre el 11,9% con que terminó el 2023, y casi el doble del 9,3% de enero-junio del año pasado.