(5 de enero) Alrededor de 150 trabajadores de la planta Dánica en Lavallol recibieron cartas documento notificando su despido parcial, mientras que el resto sigue percibiendo su salario en espera de una resolución colectiva. El Sindicato de Aceiteros sigue luchando por la estabilidad de los puestos de trabajo, en un contexto de cierre y crisis operativa en la fábrica.
A fines de diciembre, la empresa Dorada S.A., del Grupo Beltrán, notificó a un grupo de aproximadamente 150 empleados de la planta de Dánica en Lavallol sobre despidos parciales, basados en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), que establece la posibilidad de reducir indemnizaciones a la mitad en situaciones de "fuerza mayor" o "disminución de trabajo no imputable al empleador".
"Le notificamos su despido en atención a la gravísima situación económica y operativa que afecta al establecimiento en el que Ud. se encuentra adscripta para cumplir con sus tareas y que ha determinado su cierre definitivo", dicen los telegramas.
En las cartas documento enviadas el 27 de diciembre, la empresa argumentó que la planta no cuenta con las condiciones necesarias para seguir operando, lo que motivó la decisión de cerrar la planta. Además, se mencionó que los trabajadores despedidos pueden retirar sus liquidaciones finales y certificados de egreso conforme a la normativa vigente.
El Sindicato de Aceiteros, que representa a los empleados afectados, rechazó los despidos y se mantuvo firme en su postura de defender la continuidad de los puestos de trabajo. Ezequiel Roldán, Secretario Gremial de la Federación Aceitera, dejó en claro que el sindicato "no pelea por indemnizaciones, sino por empleos". Además, destacó que, a pesar de los esfuerzos para preservar los trabajos, hasta el momento solo han logrado mejorar las condiciones de indemnización, consiguiendo que la empresa pague en cuotas, aunque todavía siguen negociando una propuesta para resolver la crisis.
La planta de Lavallol, que fue adquirida por el Grupo Beltrán en los últimos años, ya había sido escenario de conflictos laborales previos, incluidos intentos de modificar el convenio laboral y situaciones complejas durante la pandemia. Roldán remarcó que la lucha de los trabajadores ha sido constante, destacando que, a pesar de los intentos de la empresa por cambiar las condiciones laborales, la movilización sindical ha mantenido los derechos de los operarios.
Mientras se llevan a cabo las negociaciones, el futuro de los trabajadores sigue incierto. La planta de Lavallol, una de las más importantes en la industria aceitera del país, enfrenta un cierre definitivo y una posible reubicación de operaciones en la provincia de Córdoba, según señalaron fuentes cercanas a la situación.