“Lo que sobrevendrá es un horizonte de mayor decadencia y desintegración”, dijo en un comunicado que coincide con la alianza que la central obrera selló con las organizaciones sociales y piqueteras para la convocatoria al paro general de enero. La UTEP pidió comida frente a Capital Humano.

LA CGT CUESTIONO A PETTOVELLO ANTE LA PROTESTA DE LA UTEP Y PIDIO UN DIALOGO "SIN SOBERBIA"

(6 de febrero) Mientras el Gobierno evalúa avanzar con una reforma laboral, luego de que la Justicia frenó el capítulo laboral del mega DNU, la Confederación General del Trabajo (CGT) profundizó sus diferencias con el presidente Javier Milei y se sumó este lunes a las críticas de las organizaciones sociales a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que no atendió a los militantes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que pedían comida frente a su oficina.

En un comunicado de prensa, la central obrera advirtió que “el riesgo de una crisis alimentaria con imprevisibles consecuencias está a la vuelta de la esquina” y dijo que “si lo que va a regir es la ‘ley de la selva’, lo que sobrevendrá es un horizonte de mayor decadencia y desintegración”.

Organizaciones sociales y comunitarias hicieron este lunes filas de 20 cuadras durante más de cuatro horas en pedido de ayuda alimentaria frente al Ministerio de Capital Humano, después de que Pettovello les planteara la semana pasada a manifestantes que recibiría “a la gente que tiene hambre, no a los referentes”. Fue tras la decisión del Gobierno de eliminar las partidas de alimentos a los comedores populares para crear un nuevo sistema de asistencia directa.

Juan Grabois, líder de la UTEP, denunció penalmente a la ministra por esta decisión de frenar los envíos de alimentos por considerar que se trata de un incumplimiento de sus deberes y, como refuerzo de la alianza que la CGT selló con las organizaciones sociales y piqueteras para la convocatoria al paro general del 24 de enero, la central obrera salió en su respaldo.

 “‘Chicos, ¿ustedes tienen hambre?’. Con esta frase arrogante, insensible y discriminatoria, la titular del Ministerio de Capital Humano, Sandra Pettovello, exhibió la actitud política del gobierno nacional ante los reclamos que organizaciones sociales, nucleadas en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), realizan tras el recorte de ayuda estatal en alimentos para los comedores comunitarios y las ollas populares”, cuestionó la CGT.

Pettovello busca vaciar de poder las organizaciones sociales para eliminar los intermediarios en el reparto de la asistencia alimentaria, por eso, en las últimas horas reforzó su alianza con grupos religiosos que cumplen con un rol similar.

En el comunicado de prensa, la CGT planteó que “el último eslabón de la dignidad humana se agota cuando no se puede cumplir la más básica necesidad que es la de alimentarse” y que “frente a la condición urgente del hambre no puede haber otra prioridad que una respuesta activa y una actitud de compasión elemental, anterior a cualquier posicionamiento ideológico. Y es precisamente eso lo que hoy sí resulta realmente ‘urgente y necesario’”, dijo.

“La situación de indigencia y pobreza estructural de millones de personas en extrema vulnerabilidad en nuestro país no puede esperar. Especialmente en lo que se refiere a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores. Constituyen un abanico doloroso de nuestro cuerpo social, castigado desde hace mucho tiempo por el flagelo de la inflación, con sus secuelas de miseria y deterioro, que gestiones gubernamentales desafortunadas o ineficientes no pudieron o no supieron encauzar para bienestar de la enorme mayoría de la población”, señaló la central obrera.

En línea con las organizaciones sociales, habló de “fila del hambre”, a la que se vio este lunes frente a Capital Humano y dijo que “muestra el rostro más cruel de nuestros desafíos como dirigentes y también como habitantes naturales de una nación. ‘Un plato de comida no se le niega a nadie’ es una vieja frase que representa nuestra más saludable tradición argentina. La Conferencia Episcopal Argentina va más allá y expresa que ‘el pedido del pan de cada día es un clamor de justicia’”.

“Las distintas variables económicas de estos últimos días nos muestran datos alarmantes que se expresan sobre todo en el descontrolado aumento de los alimentos, los medicamentos y los servicios en general, componiendo un panorama inusitadamente crítico de cara a los meses venideros. El riesgo de una crisis alimentaria con imprevisibles consecuencias está a la vuelta de la esquina”, advirtió.

En este contexto, alertó que “si lo que va a regir es la ‘ley de la selva’, lo que sobrevendrá es un horizonte de mayor decadencia y desintegración” y que por eso “es preciso prestar debida atención a estas alarmas y prevalecer en el esfuerzo para curar, cuidar y compartir con los más débiles o desprotegidos, que es lo que nos constituye como comunidad”.

 

“No es con la soberbia de cerrar las puertas a quienes reclaman, ni con la indiferencia de hacer oídos sordos a los que necesitan, como podremos encaminarnos en un marco de cordura y diálogo hacia las soluciones”, finalizó.

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