Dijo que es "trabajo, educación, alimentación y desarrollo" y pidió "acuerdos estables, duraderos y sustentables"

EN CONFERENCIA INTERNACIONAL, LINGERI SOSTUVO QUE EL AGUA NECESITA DE "POLITICAS DE ESTADO"

(25 de marzo) El secretario General del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS) y presidente de la Fundación de los Trabajadores Sanitaristas para la Formación y el Desarrollo (FUTRASAFODE), José Luis Lingeri, demandó “políticas de Estado trans generacionales” para respuestas a las problemáticas del agua en el mundo. Remarcó que “para nosotros la cuestión es muy simple. El agua es vida. No hay lugar a dudas. El agua es salud, alimentación, crecimiento y desarrollo. Es trabajo, educación, cultura y belleza. Nos encontramos aquí proponiendo acuerdos para la acción que sean estables, duraderos y sustentables. Esto nos obliga a asumir una actitud que propicie la paz y la convivencia mundial desde una perspectiva integral”.

Lingeri disertó en el marco de la 2da. Conferencia Mundial del Agua organizada por las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, donde el sindicalista argentino fue unos los destacados oradores. El objetivo principal de la Conferencia es propiciar el apoyo para lograr los objetivos y metas relacionados con el agua acordados internacionalmente y los incluidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

En este marco Lingeri fue el principal orador en el Side Events “Agua y Esperanza: Experiencias y Desafíos para la Promoción del Desarrollo Sustentable y el Cuidado de Nuestra Casa Común” organizado por FUTRASAFODE, fundación del SGBATOS que dio origen a la Universidad del Agua, que ha sido seleccionada como una de las cinco organizaciones argentinas para participar de la Conferencia.

Manifestó además que “el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 y los desafíos que implican la universalización de los servicios de agua y saneamiento requieren del sector público, las empresas, los trabajadores, la academia y los usuarios; creando condiciones de diálogo y consenso en la concreción de políticas de Estado transgeneracionales. A día de hoy, se está muy lejos de conseguir este objetivo. El cambio tiene que ser inminente, el agua afecta a todos, por lo que se necesita que se tomen medidas en el corto plazo”

Asimismo afirmó que asistir a la Conferencia Mundial del Agua organizada por las Naciones Unidas ha sido “una oportunidad excepcional para compartir con el resto del mundo el testimonio y compromiso de los trabajadores y trabajadoras del sector del agua y el saneamiento para con este derecho humano esencial”

Finalizando su discurso, Lingeri citó al Papa Francisco en su Encíclica Fratelli Tutti, que la “desigualdad es que muy pocos tengan mucho y que muchos tengan muy poco. El hambre en el mundo es un crimen que no podemos permitir. La alimentación es un derecho inalienable y aún a 70 años de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, permitimos formas de injusticia que se expresan en la cultura del descarte”.

Participaron también de este encuentro, el cardenal Pedro Barreto, presidente de la REPAM; Quentin Grafton, profesor de la Australian National University; Diane Desierto, profesora de Notre Dame University; Néstor Álvarez, Presidente del ENOHSA; Gabriela Sacco, Directora Ejecutiva de la Cátedra del Diálogo y la Cultura del Encuentro y Luis Liberman, Director del Instituto del Agua quien ofició de moderador de la actividad.

 

Lingeri planteó que “estas consideraciones bastan para comprender que la problemática del agua se presenta como uno de los desafíos de mayor complejidad e importancia de nuestro tiempo. En este marco es indispensable fortalecer esta agenda y los compromisos a los que convoca este encuentro, a través de un pacto global”.

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