(30 de diciembre) A la fuerte reacción crítica de la CGT al DNU del presidente Javier Milei que fijó el aumento del salario mínimo hasta marzo 2025, cuando llegará a $297 mil, le siguió la advertencia de uno de sus triunviros sobre un paro general con movilización en el mes de enero.
La posibilidad de que la central obrera que priorizó la postura dialoguista durante el primer año de gobierno de Milei arranque el segundo con un llamado a huelga en todo el país -con despliegue de columnas por las calles fue planteada por el dirigente camionero de la rama de la Recolección, Octavio Argüello, quien reemplazó a Pablo Moyano luego de su renuncia.
Argüello ya había plantado una medida de fuerza días atrás mientras crecía la tensión por las múltiples negociaciones abiertas con la Casa Rosada.
Este año incluyeron al DNU 70 cuyo capítulo laboral fue judicializado por la CGT y frenado por «inconstitucional»; también una reforma sindical que eliminaba las reelecciones de los sindicalistas; los aportes de las obras sociales; y más.
En el cierre del año, el Presidente prometió avanzar con una «reforma laboral profunda» en el 2025 y desde sus filas en contacto con los popes gremiales deslizaron que el gobierno se prepara para fijarle un techo a las paritarias del 1% mensual. El argumento para regular los salarios es la contención de la inflación.
En ese marco, Milei firmó una suba del salario mínimo “a favor de empresarios y contra los trabajadores”, según señaló la CGT, desde donde pedían un suba de los $271 mil actuales a $572, mientras los empresarios ofertaban $295 mil desde marzo 2025.
Los representantes de la CGT fueron más allá y se quejaron de que el salario mínimo «viene acumulando una pérdida estimada del poder adquisitivo superior al 70%, que se sigue profundizando por la fuerte contracción recesiva de estos meses, dejando al salario mínimo en un valor inferior al registrado en diciembre del 2001, previo a la crisis de convertibilidad».
Tras esas críticas, Argüello admitió que “se están profundizando cada vez más las diferencias con el gobierno” de Milei.
“Se va a definir de manera colectiva, pero no descartamos una movilización o un paro general. Siempre lo haremos dentro del marco de la democracia y la ley”, marcó quien comparte la cúpula con Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio).
Si bien el espíritu dialoguista desde la CGT persiste, el triunviro camionero compartió el descontento porque “el gobierno no escucha qué es lo que le estamos manifestando y cada vez esto se va a ir profundizando más”.