(30 de noviembre) La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) dio a conocer el informe sobre la situación del salario mínimo, vital y móvil en nuestro país y reveló que tuvo una pérdida brutal de poder adquisitivo apenas asumido el gobierno actual, producto del efecto de la devaluación de la moneda y su impacto en los precios.
Según explicaron, los aumentos nominales lo dejaron “prácticamente congelado” y “no hubo recuperación alguna”. Recordemos que en octubre era $ 271.571, un 28,4% menor que en noviembre de 2023, mientras que fue 39,9% menor que en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos, y 54,0% menor que noviembre de 2015.
Las fallidas audiencias del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil convocadas por la Secretaría de Trabajo representaron el presagio de este “retroceso histórico”. “El valor real del salario mínimo ya es inferior al vigente durante la mayor parte de la década de 1990 y en la crisis final del régimen de convertibilidad”, agregaron.
En ese sentido, desde la CTA afirmaron que la comparación del salario mínimo con las líneas de pobreza y de indigencia revela una situación peor que la del año 2001, ya que sólo alcanza para adquirir el 54,3% de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y poco más de una cuarta parte de la canasta de pobreza.
“Si no hubiese tenido lugar la pérdida de poder de compra del salario mínimo sucedida desde fines de 2015 a la fecha, en el pasado mes de octubre este salario hubiera sido superior a $590.000 medido en pesos de ese mes y hubiese representado más del 143% sobre la canasta básica alimentaria aludida”, concluyeron.