(8 de octubre) Una insólita orden de las autoridades de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social despertó un fuerte rechazo en el ámbito sindical y de derechos humanos. Trabajadores denunciaron que funcionarios de la cartera que conduce Julio Cordero intentaron impedir la colocación de una baldosa de la Memoria en la vereda de la sede central, en un acto que buscaba homenajear a los trabajadores detenidos-desaparecidos.
La medida recae directamente sobre el Secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien, según los gremios, dio la orden de frenar el desagravio. Esta negativa de Cordero, un funcionario con fuertes vínculos empresariales y con un pasado en el Grupo Techint de Paolo Rocca, fue catalogada por las organizaciones como un ataque directo no solo a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, sino también al corazón del movimiento obrero, del cual formaron parte las víctimas del terrorismo de Estado.
El acto, convocado por la Intersindical de Derechos Humanos junto a Barrios por la Memoria y Justicia, y al que se sumaron ATE Capital y la Agrupación Violeta Verde y Blanca – ATE Trabajo, estaba programado para este martes 7 de octubre.
Las organizaciones denunciaron que esta es la «primera vez que funcionarios impiden la colocación de una baldosa de la MEMORIA en un espacio público», a pesar de haber cumplido con todas las instancias institucionales requeridas. Este intento de censura no logró su objetivo: la baldosa se instaló igualmente en la vereda del edificio de Alem 650, reafirmando el compromiso de los trabajadores con la historia.
La decisión de la Secretaría, bajo la órbita de Cordero, resultó para los gremios especialmente agraviante en el contexto de un organismo cuyo propósito es la protección del trabajo. El homenaje buscaba destacar la militancia de los 30.000 desaparecidos dentro de las filas del sindicalismo.
“Los 30.000 son parte del movimiento obrero”, recordó Victorio Paulón, de la Agrupación Violeta Verde y Blanca de ATE, subrayando que la lucha por los derechos humanos está intrínsecamente ligada a la lucha laboral. La negativa de Cordero a permitir el reconocimiento es interpretada por el sector gremial como una clara manifestación de desprecio hacia la historia de lucha de la clase trabajadora argentina.
Para los trabajadores, la baldosa no sólo representa un recuerdo, sino también un “impulso” y una “fuerza” para la lucha actual. El acto de desagravio se convirtió en un espacio de denuncia contra las políticas actuales del Gobierno de Javier Milei, incluyendo los despidos recientes en las Agencias Territoriales y los ataques a los derechos laborales.
La Agrupación Violeta, Verde y Blanca – ATE Trabajo enfatizó que, en un contexto de prácticas autoritarias y castigo a la clase trabajadora, “hoy elegimos levantar la voz”. La Memoria, sentenciaron, “no se negocia”, y los derechos humanos “se defienden en unidad”, a pesar de los obstáculos burocráticos y las órdenes de censura, remarcaron.